La pandemia COVID19 se está extendiendo a todos los rincones del mundo, pero no todos se están enfermando a la misma velocidad. Un nuevo estudio, publicado en el servidor MedRxiv en abril de 2020, sugiere que la composición del microbioma intestinal podría explicar parcialmente la diferencia de susceptibilidad. Este estudio añade una nueva dimensión a lo que se conoce actualmente sobre la enfermedad.

Los clínicos han observado que más del 60% de los pacientes con COVID19 tienen diarrea, náuseas y vómitos, y estos síntomas predicen un empeoramiento en el resultado general. El coronavirus del síndrome respiratorio agudo severo 2 (SARSCoV2), el agente causante de la enfermedad COVID19, entra en la célula huésped humana al unirse a la enzima convertidora de angiotensina (ACE) 2, que actúa como el virus receptor. Esta molécula se encuentra en mayores concentraciones en el íleon y colon y regula la inflamación intestinal. El ACE2 afecta directamente al intestino microbiano e indirectamente el riesgo cardiopulmonar.

Las personas mayores y enfermas tienen más probabilidades de enfermarse cuando se exponen a este virus. El presente estudio investiga el posible vínculo entre el intestino microbiano y el curso clínico y las características de COVID19. Los investigadores seleccionaron un conjunto de proteínas que podrían actuar como biomarcadores para pronosticar la progresión a una enfermedad severa. Sin embargo, también examinaron si estas proteínas podrían ayudar a entender lo que hace que una persona sea más o menos susceptible a la enfermedad, y qué papel juega la microbiota intestinal en la regulación de los niveles de estos biomarcadores en personas sanas.

Los investigadores descubrieron además que el análisis metabólico fecal podría tener posibles vías relacionadas con los aminoácidos que vinculan la microbiota intestinal con la inflamación. Este estudio sugiere que la microbiota intestinal puede ser la base de la predisposición de individuos normales a COVID-19 grave.

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